El pasado 19 de diciembre celebramos la fiesta de fin de año con toda la familia Televideo.
Revive algunos momentos aquí:
El pasado 19 de diciembre celebramos la fiesta de fin de año con toda la familia Televideo.
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El esqueleto es la estructura del organismo, y a partir de los 40 años, comienza su deterioro. El desarrollo de los huesos y su masa dependen de una dieta balanceada, una adecuada actividad física y del control del peso.
La estructura es la base fundamental para mantener erguido un edificio que llegar a tener 50 pisos que se elevan hacia el cielo y se mantienen sólidos para resistir el día a día de sus numerosos habitantes y las toneladas de cemento y ladrillo que la revisten.
Eso mismo ocurre con el esqueleto humano. Es el cimiento fundamental del cuerpo a lo largo de los años para mantener el organismo lo más saludable posible “Es el andamio corporal y de su cuidado va a depender en buena medida que se mantenga erguido y sólido como la estructura de un edificio”.
Tener unos huesos sanos es la clave para envejecer de manera saludable. Los hábitos alimenticios y el estilo de vida juegan un papel protagónico para lograr una buena salud ósea, especialmente después de los 40 años cuando comienza a presentarse de manera gradual perdida de hueso y se frena su crecimiento, desgaste articular y disminución de la masa muscular.
“Inventarse cuentos para los niños o los amigos, contarles una película o el episodio de una serie o novela, hacen trabajar la memoria al recordar datos para enriquecer la historia”.
La enfermedad laboral es reconocida en la Ley 1562 de 2012 como la contraída del resultado de la exposición a factores de riesgo inherentes a la actividad o del medio en el que el empleado se ha visto obligado a trabajar.
El Gobierno Nacional determinará, en forma periódica, las enfermedades que se consideran como laborales; y en los casos en que una dolencia no figure en la tabla de enfermedades laborales, pero se demuestre la relación de causalidad con los factores de riesgo ocupacional serán reconocidas como laborales, conforme lo establecido en las normas legales vigentes.
De acuerdo con lo anterior, los padecimientos profesionales más frecuentes son músculo-esqueléticos, dados por malas posiciones y cargas profesionales estáticas y dinámicas. Por ejemplo, el Síndrome del Túnel del Carpio y del manguito rotador.
Expertos afirman que estos malestares no solo se presentan en áreas administrativas sino en la población en general que está expuesta a movimientos repetitivos, como personal de aseo y mantenimiento, que al finalizar la jornada llegan al hogar a desarrollar la misma tarea.
Hacer un alto
Las pausas activas son actividades fundamentales que sirven no solo para hacer dinamismo al cuerpo sino a la mente, porque hacer un freno en la jornada es saludable y permite tomar energías para continuar con las tareas.
Recomiendan asumir la iniciativa del auto cuidado y ser consciente de la importancia de la salud en el trabajo, tener cinco minutos de pausa en las horas laborales y seguir los ejercicios recomendados por los asesores y guías de la compañía.
“Recomendación del día, dar valor agregado a la salud, así como se trabaja a diario dediquémosle un tiempo para relajar nuestro cuerpo, para piensa y actúa, si no te cuidas la salud se puede deteriorar y para recuperarla cuesta”.
En la actualidad se nos pide que seamos “multitarea”, sin embargo, esto acaba convirtiéndose en una interminable cadena de interrupciones que nos lleva a una gran pérdida de tiempo, y por supuesto terminar con estrés. Aquí van unos consejos.
Haz una sola cosa a la vez
Claro que las prioridades pueden cambiar en cualquier momento, ahí es donde entra tu flexibilidad, esa “sola cosa” tiene que cambiar. Recoge la documentación que tenías sobre la mesa, métela en una subcarpeta (las hay de diferentes colores para distinguirlas), rotúlala con un post-it y déjala en una esquina de tu mesa.
Saca la documentación de la nueva tarea que ahora es más urgente y ponte con ella. Claro que si estás trabajando con documentos de Windows o Mac, harás lo mismo: crear una carpeta para el tema con el que estabas, archivar en ella los documentos, apuntar en el bloc de notas o documento de Word las páginas Web con las que estabas trabajando y salvarlo dentro de la carpeta, creando una nueva para la siguiente tarea. Esto te ayudará en tu organización del trabajo.
Ser flexible te dará eficiencia
La eficiencia está basada en la flexibilidad con la que cambias de tema, y no en que tengas 7 temas sobre la mesa con un revuelto de documentación. Claro que tendrás que ir combinando los temas para que ninguno se quede sin empezar, pero la eficiencia real está en saber priorizar.
Para priorizar con eficiencia, hay tres cosas que debes tener en cuenta:
– Qué tareas son más importantes
– Qué tareas son más urgentes
– Qué tareas hay con más probabilidades de que te pidan que reportes, ya sea el cliente o tu propia empresa.
Organiza el trabajo a diario dedicando 10 minutos al finalizar tu jornada, así podrás dejar bien archivadas las tareas en carpetas y decidir por dónde empezar al día siguiente. Dedica otros 5 minutos al comenzar la nueva jornada para tener también en cuenta las nuevas tareas que surjan a primera hora.
Ganarás mucho tiempo cada día al no desperdiciarlo en tratar de “encontrarte” entre tu maraña de papeles, pestañas abiertas de páginas Web y prioridades confusas por no usar carpetas.