Los conflictos son inherentes a toda organización y/o grupo y se presentan debido a las discrepancias, desacuerdos u oposición entre dos o más partes. Es una situación en la que dos o más personas perciben que tienen intereses divergentes, lo que determina actitudes y opiniones diferentes, derivando – en algunas ocasiones – en un enfrentamiento. Esto es una condición propia del ser humano, con posibilidades de ser conducida, transformada y superada por las mismas partes, con o sin ayuda de terceros.
Si un conflicto es disfuncional
- ¿Qué pueden hacer las partes para evitar que se intensifique? o también
- ¿Qué opciones hay si un conflicto es demasiado débil y es necesario intensificarlo?
Esto nos lleva a las técnicas de manejo de conflicto. A continuación la lista de las principales técnicas de solución y estimulación que permiten a los administradores controlar los niveles del conflicto.
Técnicas para resolver conflictos
- Soluciones de problemas: Juntar las partes en conflicto para identificar el problema y resolverlo en una discusión franca.
- Metas de orden superior: Fijar una meta común que no se pueda alcanzar sin la cooperación de las partes en conflicto.
- Ampliación de Recursos: Cuando un recurso es causado por escasez de recursos (digamos, dinero, oportunidades de ascender, espacio de oficina), ampliarlos puede ser una solución buena para todos.
- Evasión:Apartarse de los conflictos o suprimirlos.
- Allanamiento:Restar importancia a las diferencias al tiempo que se subrayan los intereses comunes de las partes del conflicto.
- Arreglo: Cada parte del conflicto cede algo de valor.
- Mandato: La administración recurre a su autoridad formal para resolver el conflicto y comunica sus deseos a las partes.
- Modificar la variable humana: Aplicar las técnicas del cambio conducta, como capacitación en relaciones humanas para alterar las actitudes y los comportamientos que causan los conflictos.
- Modificar las variables estructurales: Cambiar la estructura formal de la organización y los esquemas de relacionarse de las partes del conflicto mediante el cambio en el diseño de los puestos, transferencias, creación de posiciones de coordinación, etc.
Técnicas de estimulación de conflictos
- Comunicación: Expedir mensajes ambiguos o amenazadores para intensificar los conflictos.
- Traer gente de fuera: Incorporar en el grupo empleados con antecedentes, valores, actitudes o estilos administrativos que difieran de los miembros actuales.
- Reestructurar la organización: Modificar la estructura de los grupos, alterar reglas y normas, aumentar la interdependencia, y hacer otros cambios estructurales semejantes para alterar el estado de las cosas.
- Nombrar un «abogado del diablo»: Designar un crítico deliberado de la postura de la mayoría de los miembros.